dijous, 3 de novembre del 2016

ORFEO

Orfeo (Ὀρφεύς) es un personaje que sale en la mitología griega. Según lo que decían los relatos, cuando Orfeo tocaba la lira todos los hombres se reunían por el motivo de oírlo y hacer descansar sus almas. De esta forma enamoró a la bella Eurídice y consiguió hacer dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla. Orfeo era tracio y en su honor se desarrollaron los Misterios Órficos,  que son unos rituales de contenidos poco conocidos.


Introducción
No era conocido ni Orfeo ni Homero ni Hesíodo, pero sí que era conocido en la época de Ibico (ca. 530 a. C.), y Píndaro (522 — 442 a. C.) se refiere a Orfeo como “el padre de los cantos”.
A partir del siglo VI a. C. Orfeo, fue considerado como uno de los principales músicos y poetas de la Antigüedad, es quien invento  la cítara y añadió dos cuerdas a la lira (porque antes, la lira tenía siete cuerdas, ahora nueve) la lira de Orfeo era en honor a las nueve musas, una cuerda por musa. Con su música, Orfeo era capaz de calmar a las bestias salvajes, y también de mover rocas, árboles y detener el curso  que hacen los ríos. Como músico célebre que era, fue con los Argonautas a buscar el vellocino de oro. Se conoce como uno de los pioneros de la civilización ya que había enseñado a la humanidad las artes que tenían la medicina, la agricultura y la escritura. En su vida religiosa, fue augur y profeta. Practicó las artes de la magia, en especial la astrología. Orfeo, fundó o hizo accesibles muchos cultos importantes, como los de Apolo y Dionisos; instituyó ritos místicos (públicos y privados); prescribió rituales inicia torios y de purificación. Se habla de que visitó Egipto y que allí fue el lugar donde se familiarizó con los escritos de Moisés, y con la doctrina de una vida futura.


Genealogía
Eagro (rey de Tracia), y la musa Calíope fueron los hijos de Orfeo así como de Marsias, Ialemo y Lino. Otras fuentes dicen que su madre es Clío. Otras fuentes, su padre no era Eagro, sino que Apolo. Esto último es más coherente con la devoción de Orfeo por este dios, que es el dios de la música.  Quién aprendió música Orfeo fue de Lino o de Apolo, que fue también a parte de su profesor, su amante, y quien también  le entregó su propia lira (fabricada por Hermes con el caparazón de una tortuga), como una representación de amor.

La expedición de los Argonauta
Aunque Orfeo fuera de origen tracio, se puso en la expedición de los Argonautas, en la que marcaba el ritmo de los remeros y protegía con su música  a todos sus compañeros de las Sirenas. Estas  Sirenas, vivían en la isla Antemóesa y  allí cantaban canciones hermosas que atraían toda la atención de los marineros hacia ellas. Entonces cuando ya los tenían ahí, los devoraban. Cuando Orfeo oyó las voces de las sirenas, actuó sacando sacó su lira y tocó su música, que era más bella que la que tocaban y cantaban las Sirenas, y tapaba y ahogaba la de ellas. Butes fue el único que no pudo resistir los cantos de las Sirenas y se lanzó al mar para nadar hacia ellas, y fue salvado por la diosa Afrodita.


El mito de Eurídice
La  esposa Eurídice, a veces también se llama Agriope. Algunas versiones dicen que  Eurídice murió al ser mordida por una serpiente mientras se escapaba de Aristeo; pero otras, dicen que murió mientras paseaba  con Orfeo. En las orillas del río Estrimón, Orfeo se lamentaba por la gran pérdida de su esposa, Eurídice. Afectado, Orfeo tocó y canto canciones muy tristes que por consecuencia, todas las ninfas y todos los dioses lloraron y le aconsejaron que se fuera al inframundo(catábasis) a buscar su amada. Durante el trayecto en las profundidades del inframundo, Orfeo tuvo que tener cuidado con muchos peligros; con su música, hizo parar los tormentos del inframundo (por primera y única vez), también ablandó los corazones de Hades y Perséfone, que de esta forma permitió a Eurídice que volviera con Orfeo al mundo de los vivos, pero con la condición de que él caminase delante de ella y no mirase atrás hasta que hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a la mujer. A pesar de sus nervios, Orfeo miro atrás en todo el trayecto: ni siquiera se volvía para asegurarse de que Eurídice estuviera bien cuando pasaban junto a un demonio o corrían algún otro peligro. Orfeo y Eurídice llegaron finalmente al mundo de los vivos. Entonces, ya por la desesperación, Orfeo miró hacia atrás para ver a su amada; pero ella todavía no se veía, y aún tenía un pie en el camino del inframundo, así que desapareció en el aire, y esa vez para siempre.
Según lo que dice Platón, los dioses del infierno sólo mostrararon a Orfeo una aparición de Eurídice. No le entregaron a su amante, porque lo veían como un cobarde, como buen citaredo, y no había tenido el coraje de morir por amor, lo que había hecho es buscar el medio de penetrar aun vivo en el Hades.
Pausanias dice que donde ocurrió este mito era Aorno (Tesprótide), que en este lugar había un oráculo de los muertos.

La muerte de Orfeo
Según dice Ovidio, Orfeo intentó regresar al inframundo, pero Caronte no le dejó pasar por el río Leteo, de esta forma que Orfeo se fue a los montes Ródope y Hemo, donde estuvo ahí durante tres años evitando el amor con cualquier mujer, aunque muchas ninfas le ofrecieron su amor. Orfeo seguía como siempre, cantando y tocando la lira, y esto provocó que los árboles se conmovieran. En esos montes, fue visto por las Bacantes tracias, que también se le decían las Ménades, que se sintieron despreciadas por Orfeo. Mataron a los animales que iban con, él y a él y lo escamparon con sus miembros. Su cabeza y su lira fueron arrojadas al río Hebro, que fueron a aparar al mar y cerca de la irla de Lesbos una serpiente quiso comerse la cabeza de Orfeo, pero Apolo la transformó en roca y así no pudo comérsela. Dioniso puso el castigo a las Bacantes de convertirlas en árboles. Orfeo encontró la alama de Eurídice en el inframundo y desde entonces son inseperables.
En otra versión, que fue recogida por Eratóstenes y que se habla en la obra perdida de Esquilo Las basárides, Orfeo, al morir, desdeñó el culto a Dioniso, del que antes presidía los misterios. Pero, consideró a Helios,como el principal dios  a quien llamó Apolo.  Por esto, mientras que Orfeo se encontraba en el monte Pangeo esperando a que el sol saliera, Dioniso envió a las Ménades para que lo mataran y deshicieran de él. Pero unas ninfas reunieron sus pedazos y los enterraron en un lugar llamado Libetros, cerca del monte Olimpo. Y que entonces, la lira fue colocada por Zeus entre las constelaciones.
Otras versiones, recogidas por Pausanias, dicen que Orfeo obligaba a los maridos de las mujeres de Tracia a que lo siguieran en sus viajes. Por eso lo mataron mientras estaban borrachas de tanto beber vino, y por este motivo se puso como norma que los hombres salieran a luchar tras beber vino. También se contaba que a Orfeo lo había matado un rayo enviado por Zeus por castigarlo por haber enseñado a los hombres misterios que no les podía enseñar. Otros contaban que, subiendo del averno, Orfeo miró si Eurídice la seguía, pero como que no la seguía pues se suicidio. Los tracios decían que los ruiseñores cantaban tan alto y tan bien son los que iban por la tumba de Orfeo.
Higino, por su parte, recoge dos tradiciones distintas. Calíope (madre de Orfeo), era juez entre la pelea de  Afrodita y Perséfone por la posesión de Adonis. Afrodita, al no gustarle lo decidido, provoco que todas las mujeres tracias se enamoraran de Orfeo hasta que convirtieran a Orfeo en trozos pequeños de carne. Otros contaban que el porqué  había sido que Orfeo había sido el primero que había tenido relaciones amorosas con hombres de su mismo sexo, lo que había provocado un insulto para las mujeres.
Según lo que dice Platón, los dioses castigaron a Orfeo el morir a manos de mujeres por no haber tenido el coraje de morir por amor como Alcestis (hija de Pelias), que había muerto porque no muriera su marido Admeto.


Sepulcro de Orfeo
La tradición decía que los restos de Orfeo habían estado en Libetros, una leyenda decía que un oráculo de Dioniso había dicho que cuando el sol viera los restos de Orfeo la ciudad de Libetros sería destruida por el ataque de un jabalí. Fue así: un pastor se acostó junto al sepulcro de Orfeo, empezó a cantar versos de éste, unos sueños y unos agricultores y otros pastores se reunieron para oír como cantaba, se empezaron a pelear por estar más cerca del cantor y acabaron rompiendo la columna y la urna donde habían los restos, que quedaron expuestos al sol. La noche siguiente llovió mucho, y el río Sys ("Jabalí"), que bajaba del monte Olimpo, arrasó la ciudad y murieron todos sus habitantes y sus animales. Después, los restos de Orfeo fueron llevados a Díon.

La tradición decía que los restos mortales de Orfeo estaban encima de una columna situada en el camino que iba desde la ciudad de Díon hasta el monte Helicón, en Pieria. También hay un río llamado Helicón que desaparecía bajo tierra y luego volvía a aparecer. Decía del río la tradición que antaño discurría por la superficie, y que después se había escondido bajo tierra para evitar que las que habían matado a Orfeo pudieran purificarse en sus aguas.

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